jueves, 26 de mayo de 2011

EUCARISTÍA DE AGRADECIMIENTO Y DESPEDIDA

En el año de 1947 la Parroquia de San Nicolás fue entregada oficialmente a la comunidad de los Padres Agustinos de la Asunción que venían desde Bélgica para hacer su labor pastoral en nuestro país.

Fue Cali entonces y específicamente San Nicolás la "cuna" de los Asuncionistas en Colombia, ya que de allí se expandieron no sólo a otros lugares de la ciudad, sino del país.
Después de 65 años, y habiendo realizado una notable labor, esta parroquia vuelve a ser
entregada a la Arquidiócesis de Cali. Es por esto que el pasado domingo 22 de Mayo se realizó una Eucaristía Solemne de Agradecimiento y Despedida a la Comunidad Asuncionista, que estuvo precedida por el mismo Arzobispo Monseñor Darío de Jesús Monsalve.

Fue una ceremonia muy profunda y emotiva.

La comunidad del Barrio San Nicolás asistió de manera masiva a esta ceremonia, manifestando incluso su sentimiento de gratitud hacia los Padres que después de tanto tiempo aún nos acompañaban: El Padre Jeff Bergmans y el Padre Cyriel De Pauw.
Escuchar las palabras de la gente del barrio, de jóvenes, adolescentes, niños, de quienes hacen parte de la Fundación, de quienes alguna vez en su infancia participaron de la Cruzada de la Amistad, e incluso de representantes de otras organizaciones que han sido apoyadas por los Asuncionistas, nos lleva a concluir que el gran sentimiento que nos une es el reconocer que los Padres Asuncionistas han sido y siguen siendo "formadores de hombres nuevos".


Dios es amor, pero el amor, no entendido como un "sentimiento", sino como un "verbo";por lo tanto el "amor" es "acción".





Dentro de la formación que recibimos a través del Padre Cyriel, esta definición de "amor" fue permanentemente inculcada. No podemos concebirnos seguidores de Cristo, sino somos capaces de trabajar por el bienestar del otro.


No podemos llamarnos "Cristocéntricos", sino somos capaces de perdonar, de desprendernos de nuestros intereses personales, de cultivar nuestros talentos, no para "gloriarnos" de ellos, sino para servir a los demás.


Innumerables recuerdos de lo vivido en la parroquia: El patio, los juegos, el árbol de mangos, las risas, la música, la amistad, marcan de manera trascendental la vida de centenares de personas.

La Parroquia, cumple una función vital dentro de la vida del barrio San Nicolás. La Parroquia no se reduce a una construcción, a un templo. Ha sido un lugar donde Cristo, a través de los Padres Asuncionistas se hace presente.


Por todo esto es que resulta inevitable sentir nostalgia al despedir a la comunidad Asuncionista de la Parroquia. Tal vez no hay las suficientes palabras para expresarles nuestra gratitud, respeto y profundo amor.


Hoy más que nunca, los miembros de la Red de Amigos, los miembros del equipo de trabajo de la Fundación Cyriel De Pauw, los jóvenes, los profesores, nos sentimos comprometidos a continuar con esta labor de los Padres Asuncionistas. Nos sentimos responsables por velar de manera cuidadosa porque este espíritu "Cristocéntrico", este concepto de "amor" como "acción" permanezca vivo.


Cuidar y brindar oportunidades de una vida mejor a los niños y jóvenes, formando en servicio y solidaridad, cultivando los valores y promoviendo un espíritu crítico frente a la vida, la participación y el sentido de pertenencia por la comunidad, por el barrio, la ciudad, son entre otras, las acciones que consideramos necesarias continuar realizando para que la labor Asuncionista siga haciéndose presente en la Parroquia San Nicolás.




Esperamos que los cambios que surgen con la entrega de la Parroquia, sean positivos para toda la comunidad. Nos sentimos optimistas al escuchar las palabras de nuestro nuevo Arzobispo, que al igual que nosotros, identifica y reconoce que el trabajo por y para la niñez y juventud son vitales en este camino que seguimos, intentando ayudar a construir un mundo más justo y equitativo, un mundo donde JESÚS se haga presente y nos guía.